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Cómo apoyar a los padres cuando vuelven al trabajo

Trabajar con un recién nacido es difícil, incluso sin considerar la pandemia. Maria Karanika-Murray y Cary Cooper dan sus consejos para facilitar el ajuste



Volver a trabajar después de tener un bebé es muy cansado en circunstancias normales, pero ahora es especialmente difícil. Los padres que regresan al trabajo se enfrentan actualmente a una triple carga: reajustarse al trabajo, cuidar de los niños y hacer frente a las restricciones relacionadas con la pandemia que no existían cuando se fueron de permiso.


Hay mucha presión. Para muchos trabajadores, la pandemia ha supuesto un cambio para trabajar en casa y al mismo tiempo cuidar de los niños porque las guarderías y las escuelas están cerradas. La pandemia también puede haber exacerbado las desigualdades existentes en las familias con respecto a la división del trabajo, los roles de género y el trabajo de cuidado no remunerado. Para algunos, las oficinas cerradas también tendrán un acceso limitado a los colegas y a las oportunidades.


Entonces, ¿cómo podemos ayudar a los nuevos padres a volver a trabajar por primera vez en estas circunstancias inusualmente difíciles? En este artículo, ofrecemos cinco consejos para ayudar tanto a los nuevos padres como a sus directivos a gestionar la transición de vuelta al trabajo durante la pandemia.


1. Examinar las necesidades y demandas cambiantes


Un buen ajuste entre nuestras necesidades y demandas de trabajo es importante para el bienestar, la satisfacción laboral y la productividad. Tanto las necesidades como las demandas del trabajo pueden cambiar con el tiempo, así como la coincidencia entre ambos.

Es importante tomarse el tiempo para hacer un examen periódico en respuesta a los grandes cambios de la vida, como la paternidad y la pandemia. Esto debería dar lugar a un debate entre el empleado y el empleador para adaptar las tareas a las circunstancias, asegurar que se disponga de todos los recursos necesarios y mantener un buen equilibrio entre el trabajo y la vida privada.


2. Planea con anticipación


Planifica con antelación tanto la baja por maternidad y paternidad como el regreso al trabajo.

Puede parecer de sentido común, pero no muchos padres tienen una discusión abierta con sus gerentes o empleadores de antemano para planificar la salida y la entrega o ajuste de su trabajo antes de un regreso gradual o completo. Las restricciones de la pandemia hacen que sea esencial una planificación tan cuidadosa, ya que el acceso al apoyo de un gerente o colega no es tan inmediato.

Trabajar desde casa también significa que los límites físicos y temporales entre el trabajo y el hogar son inexistentes. Esto puede requerir rediseñar cómo y cuándo se hace el trabajo para organizar el tiempo de trabajo, los descansos y el tiempo en familia para que encajen. Equilibrar las exigencias del trabajo y la familia también puede requerir ser más estructurado con el trabajo en casa.


3. Cuidado con los estereotipos


Los estereotipos de las madres (incluidas las embarazadas) tienden a ser negativos y pueden contribuir a la "penalización del salario de maternidad", es decir, a la diferencia de remuneración entre las madres trabajadoras y las mujeres similares sin hijos a cargo. Los estereotipos de los padres, por otro lado, pueden ser positivos y contribuir a un "bono de paternidad".

Un buen primer paso para los empleadores sería permitir al personal adaptar su trabajo a sus necesidades

La pérdida de tiempo social y de contacto cara a cara durante la licencia parental y la pandemia puede exacerbar los estereotipos y sus efectos negativos en el rendimiento. Existe el riesgo de que esto pueda dar lugar a un trato diferencial y a una discriminación indirecta.


4. Identificar las habilidades pertinentes tanto para la crianza de los hijos como para el trabajo


La crianza de los hijos es un período de entrenamiento informal intensivo en el que se desarrollan importantes habilidades transferibles. Entre ellas figuran las aptitudes relacionadas con la persona (negociación, toma de perspectivas), las aptitudes tangibles (programación del trabajo, gestión de múltiples demandas) y los recursos personales (como el "capital psicológico": esperanza, autoeficacia, optimismo y capacidad de recuperación).


5. Hacer del equilibrio entre trabajo y vida privada una responsabilidad compartida


Un lugar de trabajo que promueva un buen equilibrio entre la vida laboral y la vida privada puede tener enormes beneficios para la salud, el bienestar y el rendimiento de toda la fuerza de trabajo. Un buen equilibrio entre trabajo y vida es una señal de que una organización se preocupa por su gente.


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